Cuando era pequeña mi abuela me decía te voy a comprar un come y calla, (como si existiera ese artilugio en la tienda de abajo), porque ni comiendo era capaz de dejar de hablar e inventaba toda clase de historias para no comer lo que me ponían.
De ahí podemos sacar dos conclusiones, primero: comunicar de la manera correcta no se me iba a dar mal porque conseguía mi objetivo y mi abuela me acaba por dar jamón; y segundo: que era malísima para comer, (menos mal que mejoré con la comida, por mi salud más que nada)
Así que como adivináis soy una persona muy extrovertida y habladora.
Soy una persona positiva a la que le gusta ver el lado amable de la vida. Mi filosofía es la de intentar cada día ser una persona vitamina y ayudar a brillar a la gente que me rodea.
Podría decir que he llegado dónde estoy ahora por el cúmulo de casualidades durante el camino, pero no creo en las casualidades, creo en el trabajo y el esfuerzo, y en que la suerte es la recompensa del trabajo bien hecho.